Lo veo y niega sus ojos a mirar, pareciera que no quiere que sepa que existe,
Sus cortinas se entre abren cuando regreso de clase
El viste de gris y con sacos aburridos, debes en cuando mi imaginación
Le invita abrir la puerta de mis ganas.
Sus ojos con adornos de cristal no me dejan ver mas allá, su voz pide cigarros y se va sin decir algo mas.
Ninguna mujer le visita, y mi cabeza se recrea locas historias
Así se hacen los chismes.
Se que espera la oportunidad para cruzar alguna palabra, me dice
La curiosidad que de el primer paso, no le hago mucho caso, porque aun no es hora
disfruto el juego sin palabras.
Ahora esperar un empujón del destino.
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