jueves, 15 de agosto de 2013

Lo que no fue no sera

¿Cuántas cosas soñaste de niña que no han llegado a realizarse? ¿Cuántos ideales por los que ayer hubieras dado la vida y que hoy sólo son tonterías para ti? ¿Cuántos países sin recorrer, caras sin conocer o personas sin abrazar?  ¿Cuánto atardeceres vacíos? ¿Cuántos calendarios con fechas postergadas?  Y en sí mismo, ¿cuánta nada te habita cada día?

Sin siquiera darte cuenta, has crecido y desarrollado tu vida con un huésped inoportuno que tú misma has invitado a entrar en ti: la nada.  Esa nada que cobra  el sabor amargo, agrio y áspero de la soledad,  el tono mustio del quebranto interno, la textura de la desolación, de la falta de conexión con lo que te rodea.
Porque aún con el mundo a tus pies, sientes la bruma de la nadapenetrándose en tu alma, sientes insatisfacción.  Todo te resulta vano, superfluo, sin magia.  Te sientes extraviada, perdida…  sin entender quién eres en realidad.
Te persiguen las típicas preguntas existenciales:
¿Quién soy?, ¿hacia dónde voy?, y le echas la culpa a la edad y a los problemas cotidianos, pero no adviertes que toda esa crisis de identidad está vinculada a esos aspectos de tu vida que no funcionan, que estás estancada llorando por lo que no sucedió.

Quizás sientas culpa por haber elegido algo que no funcionó.Quizás te recriminas cada día no haber escogido otro camino. Pero la culpa y la recriminación no nos suma en la vida, sino que nos resta energía. Lo que hayas escogido te ha permitido crear la vida que tienes hoy, y vivir en el “si yo hubiera…” te estresa y te aleja de tu presente

Elaborar el duelo de “lo que no fue” te ayudará a eliminar ese montón de nada que te paraliza, y podrás construir nuevos sueños y senderos, entendiendo que sea lo que sea que elijas, lo haces creyendo que es lo mejor para ti, y que si al final te equivocas, eso es un aprendizaje que te movilizará a tomar nuevos 

Ejercicio para eliminar “lo que no sucedió”:Escribe una lista de las cosas que añoras, cosas que no han sucedido (por ejemplo “si yo hubiera estudiado arquitectura”).Escribe una lista de las cosas que funcionan en tu vida

.Contempla ambas listas y haz un balance respecto de tus elecciones:  ¿fueron impulsivas? ¿a consciencia? ¿influenciadas por otros? Pregúntate una y otra vez.Al lado de cada situación no elegida, escribe lo que en su lugar preferiste.

 ¿Qué aprendizaje te ha dejado?¿Qué puntos positivos? ¿Qué puntos negativos?Por último, relee lo que no sucedió, y comprende que si hoy hay cosas maravillosas en tu vida, también están ahí porque esas otras no están. Y rompe en pedazos tu lista. 


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